11-05-2022
Juanan Salmerón

Todos los que hemos estado trabajando tiempo completo en el sector privado probablemente podemos vernos identificados con lo que publicó Juanan Salmerón ayer en su cuenta de Twitter. La publicación tiene sobre cien comentarios y me pareció que merecía una explicación un poco más elaborada que los caracteres permitidos por la plataforma. En la constitución actual no se garantiza ni la vivienda, existe una referencia a la educación, pero no así sobre un lugar de abrigo, tomo esto como base porque se está discutiendo incluirlo dentro de las modificaciones, estas modificaciones contemplan que es deber del Estado entregar una solución habitacional a sus habitantes, cosa que el ministerio de la vivienda ha estado realizando con mayor o menor eficiencia desde hace décadas. ¿De qué sirve entregar abrigo como la vivienda cuando no existe vestimenta, climatización o alimentación? ¿Qué (relación) tiene -que ver- esto con lo primero? bueno... mucho, asumamos que se trata del abrigo, es decir, es la necesidad de cobijo la que estamos garantizando, no existe garantía a la alimentación y menos aún al entretenimiento, existen canales de libre recepción, pero no se ve que te regalen los aparatos o como conectarte para poder entretenerte. Por lo mismo es cada individuo el que por sus propios medios -a la fecha- debe satisfacer todas las necesidades ya sean básicas o secundarias (complementarias). Si seguimos analizando la jornada laboral es de 45 horas semanales que se traducen en 8 * 5 = 40 + 5 el sábado, se ha negociado y trabajado con el sector privado para bajar esto a 40 dejando solo 8 * 4 + 6 * 1 saliendo un poco más temprano el viernes liberando el sábado para ir al supermercado. Claramente existen alternativas, trabajos a medio tiempo y otros tipos de trabajos que son de ocasión, sin embargo, la remuneración es castigada, de un salario tiempo completo salen de manera habitual 0,35 trabajos a tiempo completo refiriéndonos a que el salario de dos medios tiempos no hacen un tiempo completo. Y esto tiene su fundamento en que la primera hora y la última no son tan productivas siendo compensados en jornadas diarias más largas. Otros se basan en la falta de sinergia laboral por la falta de inclusión de estos trabajadores en la dinámica del trabajo en oficina. Sea cual fuere la razón, estos puestos tienen mayor rotación y menor sueldo, rara vez gozan de los mismos beneficios. No es imposible ser independiente, pero se debe considerar que aquellos que lo logran suelen trabajar de lunes a domingo, más de ocho horas al día.
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